sábado, 8 de febrero de 2020

Arte en la Naturaleza y pareidolias.
Estas formas corresponden a pequeños charcos en la cima de una cuchilla.
De ver un dinosaurio con cabeza de pájaroa un indio de gran nariz
A una ballena con su cría y a caracteres extraños formados por pasto seco.
Un ser angelical en la naciente de una cañada.
Cuanto tiempo te llevará encontrar el vikingo con la guitarra y la sombra sin árbol.
O la víbora tuerta.
Rostros
Un chamán en llamas sostendiendo en brazos una pantera.
Un rey maya mirando hacia arriba y peinado con un sorongo.
Esto es muy loco.
Dos padres viendo la abducción de su hijo.
Encima dela cabeza de una rata.
Un chimpancé con lentes
Un demonio
Homero simpson con la boca en forma de rombo i guiñando el ojo.
Un alien de pelo largo.


viernes, 24 de enero de 2020

Visita de enanos cabezones.

Los seres eran 5 y medían un metro y poco. Desde atrás de la otra cama del cuarto estaban en fila, mirándome fijamente.
Estas imágenes son las más parecidas a lo que vi buscando en imágenes de google "extraterrestres grises pequeños" . Algo así.

 Dos de ellos eran un poco mas altos, todos parecían niños pequeños pero la proporción del  tamaño de sus cabezas era mas grands que de costumbre. No parecían amenazantes.
Uno de los mas altos se fijó en mi , yo en él y sentí como una descarga eléctrica en el cerebro. No fue agradable la sensación. Me estaba transmitiendo algún conocimiento, una chispa, un click?,Esto duró poco tiempo y se detuvo. La acción se repitió 3 veces y entonces desperté del sueño.Desde entonces sentí una necesidad incesante de conocer sobre los etes, seres de otros mundos, universos, multiversos, física cuántica, en fin; el conocimiento del universo físico si es que este existe. La materia, lo que se puede ver, tocar. 

O es todo obra de la imaginación de una gran mente sin asidero en este universo.
Existe Dios ? En caso de existir es pura construcción humana o tiene su origen en lugares diferentes a nuestro planeta

Desde entonces decidí que una buena forma de contribuir con la sociedad sería siendo profesor de física. Bah, siempre me gustó la física y la matemática, pero tenía que probar aunque sea.

y que ese título me banque casa y comida para terminar las dos materias que me quedan de la facultad de ingeniería y entonces tener un estúpido estátus que a nadie le importa porque lo que importa es la plata y yo no puedo ni tocarla menos trabajar para obtenerla.
Y acá tenés que pensar: Pero quien ****** se cree este?
Tal vez nací en el cuerpo equivocado.


miércoles, 12 de julio de 2017

Nave corpuscular

Las naves corpusculares son un tipo de manifestación poco corriente en la naturaleza que se relacionan comunmente con el fenomeno OVNI. Son esferas de luz muy brillante, por lo general de muchos colores. Normalmente describen trayectorias rectilíneas a poca altura (menos de 100 metros). No emiten sonidos y aparecen durante la noche durante algunas horas. 


No recuerdo cuando los ví por primera vez, sólo que me llamó la atención aquella luz brillante sobre el horizonte. Corrí a buscar los prismáticos.
Cambiaban de color. Blanco, amarillo, naranja, rojo, a través de los primáticos no se podía distinguir demasiado. 


Se veía un espectro de luces. A veces parecía un barco egipcio del nilo en el tiempo de los faraones brillando como oro.
Saqué fotos.


 Pensé que no se distinguiría nada. Aparecían múltiples objetos. Varios a la vez, separados.

  Cada uno parecía ser independiente de los demás. Se movían de este a oeste, hacia arriba y hacia abajo.

 "Son tractores trabajando en una chacra" decían los demás testigos.
Yo pensaba, que las cosechadoras y los tractores van y vienen, se mueven en un plano casi horizontal, las cosechadoras y los tractores no suben ni bajan, no andan volando

También cambiaban de brillo. Hablando con un vecino por teléfono cuando justo brilló tanto que quedó la noche como un día.
Fué espectacular.

Se los vió por varios días, en junio de 2013. Luego con el tiempo vi en youtube unos videos titulados UFO corpuscular ship, corpuscular boat. Fué cuando los reconocí. Se parecían suficiente.


Una noche, había una calma que antecede a una tormenta. Ví las luces, estában acercándose.
Sentí las vacas mugir como cuando sienten miedo. Sin dudar salí caminando hacia ellos. Atravesé kilómetros de campo en total oscuridad, con la luz de la pantalla de un viejo Smartphone como linterna que me ayudaba a esquivar las piedras y cruzar las cercas de alambrado. Crucé el primer arroyo por un layado de piedra.

Las tarariras saltaban afuera del agua y daban coletazos en la superficie. Llegué a un bosquecito de paraísos que hay a mitad de camino entre el primer arroyo y el itapebí chico.


 Me senté a descansar un poco. La luz se alejaba cada vez que intentaba acercarme.  Caminaba y caminaba y siempre estaba igual de lejos, o más.

Mientras esperaba sentado en el tronco de un viejo paraíso la luz me alumbró, y ví como recorrió en zig-zag el haz muy potente. Sentí que me estaban haciendo una radiografía.

Esto sucedió a pocos metros del propio Itapebí Chico, donde a la edad de 16 había visto en pleno día desaparecer en medio de un fulgurante destello de luz, una nave que pasó volando silenciosamente a gran velocidad y en medio de una especie de niebla que emitía destellos de luz, como camuflaje activo.


Luego del encuentro me dispuse a volver a casa, la luz ya no se veía a lo lejos , quizas 6 kilómetros, pero las estrellas brillaban y destellaban con mucha fuerza. Hacia el este ya se veían relámpagos de la tormenta que se acercaba muy a lo lejos. Pero algo era distinto. Ahora veía mejor en la oscuridad, me parecía que había adquirido una luminiscencia, porque veía un resplandor verdoso cerca de mi. Será radiación de Cherenkov me pregunté? Volví mucho más rápido de lo que fuí. Nada extraño que contar, de todas maneras no me creerían.

Ahora, al anochecer siempre veo el horizonte, añorando esas luces y para poder verlas mejor con telescopio y así poderlos retrarar mejor con una cámara.

Pasaron cuatro años y volvieron a verse pero por un día, y esta vez hacia el sur. Ya no brillaban tanto, ya no cambiaban de color. Ya no parecía moverse. Seguiré esperando el momento, como cuando un febrero donde me dijeron junto a la higuera (estando la nave suspendida arriba de ella, tenía luces en forma de una estrella de david) que vendrían dentro de un año a buscarme. Y los esperé, y no aparecieron. Valla, pensé, quizás su año no vale lo mismo que el mío. Sigo esperándolos.