ESTACIÓN ITAPEBÍ
Pueblito tan callado, olvidado del mundo,
Pueblito misterioso, en un mundo soñado,
allá en la inmensidad, en medio de los campos,
allá donde la vida, parece de milagro.
Que lindo es recordarte, tus niños y tus árboles,
Caminitos de hilo, y con flores bordados.
Lagunas tan pequeñas, cual espejos plateados,
Duraznos , Espinillos y un Sauce que ha llorado.
Debajo de ése Sauce hay un pozo encantado,
Que guarda mis recuerdos, los sueños olvidados.
Hay pequeño pueblito, misterioso y callado,
tus niños, tus maestras, la escuelita que extraño.
Allá en Itapebí, Estación de mi infancia,
se guardaron recuerdos, que vuelven a mi alma.
El comercio Paolini, la chacra de Don Castro,
que recuerdos tan lindos, la tapera y su encanto.
La casa de los tíos, los días de mandados,
y allá en medio de todo, de barro, estaba el rancho
Cuánta vida guardada, cuánto amor y trabajo,
la risa de mi madre, el llanto de mi hermano.
Cuántos lindos recuerdos, pueblito de mi infancia.
el perfume de azahares, las trenzas de mi hermana.
Y todo reconforta, hace mas pura el alma,
recuerdo de mis viejos, la lucha cotidiana.
Rancho, familia, amor, palabras que se enlazan
formando los recuedos, de un ayer que no acaba.
Nombrarte, Itapebí, agiganta mi pecho,
y se agolpan con fuerza, un sin fin de recuerdos,
Quizá no te conocen, no saben de tus sueños,
Yo sí porque he nacido, he crecido en tu suelo.
Y siento como propias tus raíces, mi pueblo.
Caminitos de hilo, y con flores bordados.
Lagunas tan pequeñas, cual espejos plateados,
Duraznos , Espinillos y un Sauce que ha llorado.
Debajo de ése Sauce hay un pozo encantado,
Que guarda mis recuerdos, los sueños olvidados.
Hay pequeño pueblito, misterioso y callado,
tus niños, tus maestras, la escuelita que extraño.
Allá en Itapebí, Estación de mi infancia,
se guardaron recuerdos, que vuelven a mi alma.
El comercio Paolini, la chacra de Don Castro,
que recuerdos tan lindos, la tapera y su encanto.
La casa de los tíos, los días de mandados,
y allá en medio de todo, de barro, estaba el rancho
Cuánta vida guardada, cuánto amor y trabajo,
la risa de mi madre, el llanto de mi hermano.
Cuántos lindos recuerdos, pueblito de mi infancia.
el perfume de azahares, las trenzas de mi hermana.
Y todo reconforta, hace mas pura el alma,
recuerdo de mis viejos, la lucha cotidiana.
Rancho, familia, amor, palabras que se enlazan
formando los recuedos, de un ayer que no acaba.
Nombrarte, Itapebí, agiganta mi pecho,
y se agolpan con fuerza, un sin fin de recuerdos,
Quizá no te conocen, no saben de tus sueños,
Yo sí porque he nacido, he crecido en tu suelo.
Y siento como propias tus raíces, mi pueblo.
Soledad